lunes, 14 de marzo de 2011

Paraíso ondulado




Estoy sobre el puente, apoyado en la barandilla viendo el río pasar, observando como se van formando más y más olas que, lentamente, se alejan de mi vista.
Es algo que me relaja, ese movimiento ondulado, lento, repetitivo, me lleva a un estado hipnótico que deja mi mente completamente en blanco. Podría pasarme horas allí viendo las olas pasar, viendo como alguna rama perdida pasa lentamente bajo el puente y se pierde río abajo en su camino hacia el horizonte.
Llevo ya varias horas allí, sin pensar en nada, pero pronto mi cabeza me juega una mala pasada y vuelven los mismos pensamientos que me llevaron hasta allí. Violencia, horror, miseria...
Me veo a mi mismo, armado con un palo contundente, mi mirada está llena de odio, de rabia, de dolor. Persigo a alguien, siento el miedo en su cara, pero eso no me detiene. Le alcanzo y descargo contra él toda mi furia. La sangre corre por su cara, mancha toda su ropa, me salpica los ojos... Pero no me detiene.
Le veo tendido en el suelo, inmóvil, mientras pienso en lo que he hecho, en el porqué de tanta rabia, y le miro a la cara. Su cara me resulta familiar, aunque es difícil de reconocer con tanta sangre. Me sorprendo, me asusto, salto hacia atrás al descubrir que su rostro es el mío, no entiendo nada... ¿No soy yo quien golpea?
Corro buscando un espejo, pero es mi rostro el que vuelve a asomarse a él. Me miro extrañado y mi propia imagen me dice:
"Ya has matado al monstruo".
Esta vez el sobresalto es tan grande que mi mente sale de ese sueño enfermizo y vuelvo a la realidad de golpe, al puente, donde me encuentro agarrado a la barandilla, tenso, con el cuerpo rígido, las manos hinchadas de apretar el frío hierro y apoyado hacia delante, de puntillas, como si fuera a lanzarme en cualquier momento.
Una rama me hace concentrarme de nuevo en el río, las olas la arrastran lentamente muy cerca de la orilla, incluso parece que va a engancharse con la vegetación que entra en el río. Mi cuerpo se relaja, mi mente la sigue... ¿Conseguirá llegar hasta la línea del horizonte...?
Veremos...

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