Un abrazo a la luz

No se muy bien como empezar esta carta, quizás debería empezar explicándote que soy tu padre y por qué te abandoné antes de nacer. Créeme, no fué mi intención y ha sido lo más duro que he tenido que afrontar en mi vida. Pero empecemos poco a poco, empecemos por quién soy y donde estoy.

Como ya te he dicho, soy tu padre, y aunque no vaya a estar a tu lado el día de tu nacimiento (ni ningún otro, seguramente), quiero que sepas que estaré pensando en tí cada día de mi vida. Si no estoy a tu lado es porque debo pasar el resto de mi vida en una celda por culpa de la mala vida que he llevado desde mi infancia. Por eso he decidido que me conozcas de esta manera, por carta, porque no quiero que seas el espejo en el que te veas reflejado, ni darte mal ejemplo, y sobre todo, que veas la cara triste de un padre que ha malgastado su vida justo en el momento en el que más le necesitabas. Quiero que entiendas que ésto lo hago por tu propio bien, porque te quiero y porque, ya que no tendrás un padre con el que jugar ni del que sentirte orgulloso, espero que tengas una vida con muchas oportunidades, más de las que yo podría ofrecerte.

Si te vale de ayuda, ésto no solo lo hago por tí, si me entregué y decidí pagar mi condena es también porque desde que supe que venías al mundo decidí cambiar mi vida radicalmente. Antes de saber de tí, mi vida estaba completamente vacía y solo me importaba el dinero y el poder, pero se me ablandó tanto el corazón cuando supe que venías que decidí poner fín a esta vida que seguramente me llevaría a la muerte y decidí dedicar el resto de mi vida a cuidarte. Sí, a cuidarte. Sé que es una contradicción, pero estando a tu lado no se si sería un buen padre, pero ahora, estando aquí, sé que al menos sabrás que estoy pagando la mala vida que he estado llevando estos años y si nos vemos, que espero que así sea, será porque estoy reformado y he pagado mi deuda con la sociedad, y para ello, te prometo que pasaré mi condena como un preso ejemplar, con la ilusión de poder verte algún día fuera de aquí, abrazarte y poder sentirme orgulloso de tus progresos.

Tú serás la luz que me guie, ojalá pueda verte algún dia fuera de aquí.

Te quiero.