miércoles, 11 de noviembre de 2009

El elixir de la eterna juventud


Como un explorador en la selva, como un paracaidista novato, como un torero en mitad del ruedo; todos buscamos algo en la vida: emociones fuertes, o una vida tranquila sin sobresaltos, depende de cada uno y su manera de ser. En mi caso, yo buscaba el elixir de la eterna juventud, ese que la humanidad ha anhelado desde hace siglos, pero yo, a diferencia de mis antepasados no lo buscaba para vivir eternamente, mi sueño era otro, mi sueño era volver atrás y disfrutar de cosas que ya casi he olvidado a pesar de haberlas vivido ya.
Por supuesto, no voy a revelar donde lo encontré, y no solo porque sería desilusionante para algunos y demasiado simple de conseguir para otros, pero el caso es que lo conseguí. Una sola gota de aquel elixir era suficiente para volver un año atrás, para recuperar un año de juventud, yo lo encontré cuando tenía poco más de 40, por lo que empecé a pensar en qué punto de mi juventud me gustaría estar... 35? 25? 20?...
Aquello me planteó un gran problema moral ya que yo no quería volver demasiado atrás, tenía muy clara la idea de que no quería hacer negocio con aquello tampoco, mi idea era clara (hasta entonces), vuelve a ser joven una vez más, estudia, aprende, aprovecha esta oportunidad que te brinda la vida para ser alguien, para volver a hacer todo aquello que en su día no pudiste o no tuviste valor para hacer, y luego, recupera tu vida normal, sigue tu camino y no cometas los mismos errores que cometiste en el pasado.
Lo malo es que, en el fondo, el ser humano nunca tiene nada tan claro, o al menos éste que escribe, y mil y una ideas se me empezaron a pasar por la cabeza, había mil y una cosas que podría volver a hacer con menos años, empecé a añorar aquellas juergas universitarias, aquellas salidas nocturnas hasta las tantas que hacía tiempo no hacía, los viajes con mochila y sin un pavo... La locura juvenil, resumiendo.
Me pasé noches y noches sin dormir pensando si debía hacerlo, si debía probar aquel elixir y volver atrás. ¿Sería capaz de dominarme o me vencería mi ansia de poder que me ofrecía aquel elixir? La eterna juventud... La vida eterna...
Pues bien, la respuesta es fácil, después de mucho deliberar tiré el contenido de aquella botella al retrete y tiré de la cadena, lo hice rápido para no darme tiempo a pensarlo más, y decidí no volver nunca al lugar donde la conseguí. ¿Que por qué? Pues creo que está claro, he cometido muchos errores en mi vida, he hecho muchas cosas de las que me arrepiento, pero ha sido mi vida y hay cosas de las que me siento orgulloso: He conocido amigos/as de verdad, he conocido el amor, he visto mundo y lo poco que tengo me lo he ganado trabajando duro. ¿Volver atrás? Sí, tengo que reconocer que sería bonito, pero nunca me ha gustado jugar haciendo trampas y si la vida me ha dado estas cartas, pues tendré que jugar con ellas lo mejor que pueda.
Al menos me queda el orgullo de saber que conseguí lo que nadie pudo, el maldito elixir...


4 comentarios:

NERIM dijo...

Conseguir lo que nadie antes habñia podido....ufff, eso tiene mucho peligro.
Pero veo que tu cabecita no es tan de madera como nos la quieres pintar, aunque yo no he descubierto nada nuevo.
Volver atrás ni para tomar impulso, pero si que es cierto que muchos de los momentos vividos en el pasado te hacen dudar de si utilizar o no, ése elixir tan preciado.
Lo que tienes te lo has ganado a pulso, me consta;
como tambien me consta que has elegido bien y que sabrás jugar tus cartas y ganarlas, como siempre lo has hecho.
No cambies niño, porque eso si sería dar un paso atrás y no dejes nunca de sonreir pues me volvería vieja de golpe...
Un besazo y un abrazo apretao con lametón de jumenta.

Gracias, lo necesitaba...

Monchito dijo...

A sus pieses...

SILVIA dijo...

¿Sabes? Hoy por hoy, no bebería ni una gotita de ese elixir. Sencillamente ahora soy felíz, ahora he conseguido el amor de verdad, ahora disfruto más que nunca de mi hija. Mi ahora, es lo mejor de mi vida. Sólo bebería un sorbito, si con ello pudiera aliviar el dolor de alguien que adoro...sólo si pudiera devolverle la sonrisa...sólo por eso, bebería.
Mil besitos!!!

Monchito dijo...

Silvia, tu lo que tienes que beberte es una cervecita conmigo y, si pagas tú, mejor que mejor, porque será señal de que tienes pasta para invitar y yo una amigota que me paga las copas...
Un besote.